Roberto se sorprendió
cuando un inesperado ¡HOLA! apareció en el monitor de su ordenador. Como era un
internauta amigable, respondió de la siguiente manera:
¡HOLA! ¿TÚ QUIÉN ERES?
La respuesta fue tan
intrigante que Roberto pensó que era un amigo bromista:
SOY AGARTÁN, UN SER DE
LA OCTAVA DIMENSIÓN.
A lo anterior, Roberto
respondió:
YO SOY ROBERTO, DE LA CUARTA DIMENSIÓN.
En su monitor apareció
la siguiente frase:
TECLEA “&ARF%ER”.
Roberto, siguiendo el
juego, tecleó lo anterior, sin tener la menor idea de que ésa era la contraseña
para abrir la puerta cibernética de la octava dimensión hacia la nuestra.
Un imperceptible ente
atravesó la pantalla del monitor para alojarse en el cuerpo de Roberto, cuya
alma era al mismo tiempo arrojada al enorme y desolado vacío interdimensional.
Agartán, el monstruoso
asesino de la octava dimensión, ya estaba entre nosotros.
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