lunes, 29 de noviembre de 2010

Las tres manchas


Habían sido inseparables amigas durante sus años de escuela en el país de las manchas, pero, como siempre sucede, la vida las llevó por caminos diferentes.

Un día especial, las tres -ya jubiladas- coincidieron y decidieron pasar un rato juntas para platicarse de cómo habían transcurrido sus vidas.

La primera contó orgullosa que había sido una digna mancha negra en el lomo de un hermoso perro dálmata, y que siempre lo acompañó hasta que el animal murió de viejo.

La segunda, tras de burlarse un poco de la primera por su ridícula trayectoria existencial, presumió de haber sido una mancha persistente y rebelde en cientos de prendas de vestir, hasta que aparecieron los super-detergentes. Después de muchos ataques bioquímicos y miles de traqueteadas en lavadoras de última generación, había decidido retirarse.

La tercera amiga, con sonrisa malévola que menospreciaba visiblemente las historias de las dos anteriores, contó entonces su vida:

“Yo acompañé a un hombre desde su juventud hasta su tumba, en un funeral pat{etico y con muy pocos asistentes. Me tocó ser de por vida…una mancha en su reputación.”

jueves, 18 de noviembre de 2010

El dedo que señalaba


Era un dedo índice que observaba obsesivamente todo, siempre pendiente de lo que debía ser y de lo que no debía ser.

Era un dedo índice dotado de un músculo oportuno que lo mantenía erguido cuando algo que no le parecía ocurría, además de poseer un sentido de la orientación privilegiado que apuntaba con toda precisión hacia quienes infringían alguna regla de urbanidad.

Era un dedo índice odioso que señalaba todo aquello que no le gustaba, sin importarle las razones de la gente.

Era un dedo índice insoportable, hasta que un día supo que todos los demás dedos índices de aquella sociedad lo estaban señalando.
Ese día comprendió que los dedos índices no habían sido hechos para señalar.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

El obstinado punto final


Existió una vez un punto final tan serio y obstinado, que logró finalizar el Cuento de Nunca Acabar.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El autorzucho


Aquel autor tenía tan poco carácter, que todos los personajes de sus cuentos hacían siempre lo que les daba la gana.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El cuento al infinito


Hubo una vez un autor que escribió un cuento acerca de un autor que escribió un cuento acerca de un autor que escribió un cuento acerca de un autor que escribió un cuento acerca de un autor que escribió un cuento acerca de un autor que escribió un cuento acerca de un autor que escribió un cuento…

domingo, 7 de noviembre de 2010

Réquiem por mi bache


Aquella lluviosa mañana de otoño supe que mi bache -aquél en el que caí a diario durante tantos años- ya no estaba. Por lo visto, alguien en la cabecera municipal decidió que así fuera.

Otros baches aparecieron en mi vida, en distintas calles y avenidas, pero los recuerdos de aquél que fastidió varias veces los neumáticos y la suspensión de mi auto, nunca quedaron atrás.

¡Te extrañaré por siempre, bache mío!