domingo, 25 de diciembre de 2011

Y tú, ¿qué comprarías?


Dios –o como se llame- en su supuesta magnanimidad (que no ha quedado plenamente demostrada para todos), generó (no sabemos por qué, aunque algunos arrogantes digan que sí lo saben) una humanidad que, poco a poco, y después de millones de años de evolución, guerras, pestes y problemas de todo tipo, inventó la Internet.

Una vez logrado el anterior objetivo, el llamado Creador puso en la web una página de e-commerce muy interesante (a la que todos estamos invitados), en la que cualquiera de nosotros puede comprar lo que desee.

Algunos imbéciles comprarían en ella un frigorífico de nueva generación, sin olores, con mucho espacio y bajo consumo de energía (con tarjeta de crédito o Pay Pal). Otros comprarían una casa en un lugar privilegiado, o una acción en un club, o un viaje a Bali.

Dios -o como se llame- quedaría muy desencantado de lo anterior, aunque sabe que Él es totalmente culpable de que la mayoría de la humanidad sea banal.

Si nos metemos de lleno en ese website podremos encontrar cosas más interesantes, dignas (ahora sí) de una oferta del tal Dios (o como quiera que se llame el webmaster de esa particular página).

Por ejemplo, podríamos comprar felicidad, si es que en nuestro paso por este planeta eso no se nos ha dado. Otros comprarían status, para poder codearse con gente importante. Otros comprarían compañía (la soledad es patética); o salud (que a quien le falta resulta un bien precioso); o autorrealización (que tampoco abunda); o descendencia (tan importante como puede ser el instinto de que nuestros genes trasciendan).

En fin, en la página web

www.quetehacerealmentefaltaenlavida.com

hay una enorme oferta de cantidad de productos que cualquiera de nosotros podría necesitar.

Algunos de estos bienes se pueden comprar con tarjeta de crédito o con Pay Pal. Otros se compran simplemente con desearlos, o con algún esfuerzo menor (o tal vez excepcional), pero el hecho es que en ese lugar único del ciberespacio podemos encontrar cosas inimaginables y muy relevantes para nuestra existencia.

Y tú - una vez registrado-, ¿qué comprarías en ese lugar?

1 comentario:

Analogías dijo...

Yo compraría (aunque fuese al mismísimo diablo) una vida sin dolor. ¿Crees que hay tiempo en la vida para pagar dicha deuda?