Una pequeña dosis de mí…así…pequeñita…para evitar que me intoxique con todas mis estupideces.
domingo, 2 de mayo de 2010
La ironía
Aquella ironía resultó ser tan fina, sutil y afilada, que pudo esconderse perfectamente detrás de algunas letras, al extremo de que sólo unos pocos lectores privilegiados fueron capaces de percibirla.
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