sábado, 14 de noviembre de 2009
Shira y las hadas mariposas
Shira, como todos los perros de su raza, posee un hocico largo que le permite percibir y distinguir cientos de impresiones olfativas.
Uno de los atractivos para ella de nuestras diarias caminatas matutinas, es el disfrutar de los olores y aromas de la calle, pues los de casa ya le resultan demasiado familiares y nada misteriosos.
Mientras caminamos, acerca su hocico a todo lo que puede. A veces se queda prendada de algún objeto por unos cuantos segundos o minutos.
Pero el momento culminante del paseo olfativo de la perra, es cuando llegamos al parque de las flores.
Ahí percibe cientos de aromas simultáneamente, y aunque ambos sabemos que casi todos ellos van dirigidos a las abejas, abejorros y mariposas, ella toma su parte de esa orgía olfativa y la disfruta enormemente.
Ella sabe de sobra que existen las mariposas, pero siempre ha creído que son hadas sutiles que coquetean con las flores, y por ello las admira. Pero sus colores y su vuelo entrecortado la desconciertan, por lo que se divierte –a veces obsesivamente- intentando atraparlas con sus torpes mandíbulas de Pastor Alemán.
Shira jamás ha atrapado a una mariposa, pero van varias veces que se muerde la lengua intentando hacerlo. Algún día se dará por vencida y dejará de perseguirlas.
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