miércoles, 18 de marzo de 2009

Doble vida


Todos los días, desde un lejano siempre que ya se había perdido en los interiores de su mente, a media mañana y con puntualidad absoluta, él abandonaba su elegante escritorio de roble blanco, dándole a ella un cariñoso y sincero beso de despedida, agradecido de corazón por todo lo que había hecho por él esa mañana, como en incontables otras, desde hacía muchísimos años.

Ella sufría tremendamente la diaria separación –aun reconociendo el apasionado beso de despedida y el sincero agradecimiento que él siempre le dispensaba- pues todo le hacía pensar que había otra en su vida, tema al que el connotado escritor de novelas jamás quiso ni siquiera responder, a pesar de tantas preguntas que le hacía al respecto. Como sea, ella era sumisa, y le había jurado fidelidad y eterna permanencia a su lado.

Efectivamente, había otra.

Él tenía otro escritorio –éste de cedro rojo- en la misma casa, pero en otra estancia, lugar en el que surgía irremisiblemente su otra personalidad, un yo completamente diferente. Venía aquí con mucha frecuencia, casi a diario, pues también con ésta encontraba mucha pasión y belleza, y sufría una enorme transformación, pasando en cuestión de minutos de ser novelista en prosa a ser poeta. Sus creaciones en rima en este lugar eran exquisitas, tal como lo eran sus novelas concebidas en el otro escritorio.

Pero su felicidad duraba poco, pues también extrañaba a su otra musa, así que, con lágrimas en los ojos y mucha tristeza, unas pocas horas después, regresaba con ésta, la que le inspiraba las hermosas novelas que tanto apasionaban a sus lectores.

Así vivió toda su vida, satisfecho y enamorado de sus dos musas y de las creaciones que ambas le inspiraban, pero con un tremendo y devorador egoísmo que hacía que las dos sufriesen las consecuencias de la doble vida de aquel excelente escritor inmerso intermitentemente en dos diferentes y apasionantes mundos literarios.

1 comentario:

Joice Worm dijo...

Hoy no he leído lo que tu escrebeste, amigo. Pero he venido a su Blog para le dejar un fuerte abrazo. Muac!