lunes, 15 de diciembre de 2008

No tan buenos días


Me desperté siendo yo mismo, el de siempre, después de un sueño en donde todo era a mi favor, o sea, en donde yo era otro mejor que yo, alguien que de verdad me hubiese encantado ser.

Quise volver a dormir para ser el triunfador de hacía tan sólo unos momentos, pero el despertador, el mismo despertador de siempre, se encargó de recordarme una y otra vez, y con el mismo rin-rin de todos los días, que seguiré siendo el mismo.

Entonces salí de la cama para hacer lo mismo de siempre.

2 comentarios:

Joice Worm dijo...

Por eso no tengo despertador. Vivo a soñar...

Legendario dijo...

Depende de lo agradables que sean los sueños. A veces es mejor dormir, a veces es mejor despertar.

Un abrazo, amiga.