
Aquel agujero presumía a diestra y siniestra de no tener nada de colesterol ni de grasa, en contraste con el resto del queso Emmental al que pertenecía, que los poseía en abundancia.
También decía que su aroma era tan agradable e intenso como el del resto del queso.
Por todo lo anterior, se consideraba a sí mismo como sano y dietético, algo único, una parte del queso muy especial y muy superior en muchos aspectos.
Argumentaba además que él no pesaba para nada en la economía doméstica.
3 comentarios:
Y lo hás comido? Me encanta los quesos, pero hay uno que no me entra: Roquefort. No puedo con la parte verde...
Habrá que escribir sobre el hongo verde del queso Roquefort.
Un abrazo, Joice.
Es una buena idea R. Voy intentar hacer como tu y crear una historia para me asco. jaja.
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