
Sabiendo por las actitudes de su dueño que iba a ser regalado, aquel caballo –por si le veían los dientes- decidió ir al dentista para eliminar algunas caries, hacerse limpieza dental y mejorar su aliento.
Una pequeña dosis de mí…así…pequeñita…para evitar que me intoxique con todas mis estupideces.
1 comentario:
Es como la gente. Cuando quieren partir a la conquista, ya se recuerdan que si va más guapo es más fácil y más seguro.
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