En el medio de la nada existía un lugar desolado, en el que no había colores ni ojos que los viesen. Tampoco había sonidos ni oídos que los oyesen.
El lugar estaba completamente desierto: ni plantas, ni animales, ni tierra, ni paisaje, ni horizonte.
Alguna vez alguien pasó por ahí, pero siguió de frente al no encontrar nada. Lo olvidó inmediatamente, pues nada había en ese lugar que pudiese ser recordado.
viernes, 12 de septiembre de 2008
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3 comentarios:
No lo comprendo yo... Cuando la persona llegó al lugar del nada... No era ello el milagro?
El caso es que no había nada de qué acordarse, así que un instante después ya no existía el recuerdo.
Un abrazo, Joice.
Hum... Bueno. Concordo plenamente.
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