El prestigiado novelista quiso escribir un nuevo cuento en su ordenador. Tal vez no era su mejor día. Tal vez las musas no estaban en ese momento disponibles.
Durante varias horas estrujó su cerebro en busca de un tema relevante,
publicable. No lo logró.
Como era un hombre sabio y prudente, decidió dejar la página de Words en blanco.
No hay cosa peor que ensuciar el maravilloso blanco de un monitor con palabras que no dicen nada, con párrafos que no valen la pena.
1 comentario:
Estoy en eso momento en frente a mi ordenador a pensar, pensar... oigo una música que me inspira y pongo las primeras palabras:
"Carolina estaba acostada y intentaba dormir. No lo conseguia porque parecia oír de lejo un sonido.."
Curiosamente escribi 7.000 palavras a seguir a estas! Y creo quel más dificil es empenzar.
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