miércoles, 12 de junio de 2019

Epitafios dignos. Epitafios célebres.

Resultado de imagen para epitafio
Estamos tan embebidos en la problemática del día al día, que ignoramos u omitimos un derecho humano muy importante: el de decir NUESTRA última palabra y dejarla de alguna manera grabada para la posteridad, por insignificantes que seamos.

Todos tenemos, finalmente, algo relevante que decir, un resumen muy resumido de lo que fue nuestra trayectoria subjetiva en este escenario ininteligible que se llama “vida”.

Esta última palabra puede ser irrelevante para los demás, puede ser poco inteligente, inmadura, neurótica, cínica, irresponsable, interesante, genial, humilde, amena…lo que sea.

Es como un blog radical que –en vez de estar en la Internet- está en una piedra en el cementerio.

Aquí expongo algunos epitafios de personas relativamente exitosas, que al final serán –igual que cualquiera de nosotros- carne de los gusanos o del horno crematorio:   

“Espero que Cristo cumpla su palabra.” Miguel Delibes. 

“Quien resiste,  gana.” Camilo José Cela. 

“Si queréis los mayores elogios, moríos”. Enrique Jardiel Poncela 

“Al morir, echénme a los lobos. Ya estoy acostumbrado.” Diógenes 

“Jesús mío, misericordia”. Al Capone 

“Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este   ateo.” Miguel de Unamuno 

“Si no viví más, fue por que no me dio tiempo.” Marqués de Sade

 “Quiso contar, cantar para olvidar su vida verdadera de mentiras y recordar su mentirosa vida de verdades”. Octavio Paz para la tumba de un amigo. 

“Luz, más luz.” Goethe 

“Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos  
 hace de muerto y de verdad que lo hace bien.”  Molière 

“No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores.” Orson Welles 

“The End.” Buster Keaton 

Y ya inmerso en este rollo de los epitafios, ahí les va el que hoy sería el mío:

“La pasé bien en este mundo, definitivamente, pero para mí  la humanidad dejó mucho que desear.” 

Como sea, la humanidad tiene aún unos veinte o veinticinco años –transpiro salud y excelente estado de ánimo- para reivindicarse conmigo. Dudo mucho que lo haga, pero le concedo el beneficio de la duda.

Guerras, miseria, corrupción, mediocridad, contaminación, intolerancia, fanatismo, delincuencia, terrorismo, drogadicción, represión  y otros desagradables adjetivos pesan definitivamente en lo que sería la redacción de mi epitafio. 

Lo lamento.


No hay comentarios: