sábado, 14 de enero de 2012

El Caos y las malas compañías


El Caos nunca fue perverso. El desorden en él implícito fue un designio de terceros.

Como sea, las críticas a su existencia siempre han sido cuestión de paradigmas: hay a quien le gusta el orden, las leyes y las reglas, y hay a quien no.

Pero el Caos -aunque desprestigiado en nuestro pequeño y mediocre Universo-, es una criatura sana y propositiva, llena de ideas y de oportunidades. La cuestión radica en la forma de ordenar el desorden, pero de eso los humanos sabemos muy poco.


Aquel día, el Caos estaba de vena, y decidió convivir con algunas criaturas igualmente (e injustamente) desprestigiadas, como lo eran el Desorden, la Anarquía, la Barahunda, la Confusión, los Laberintos, los Berenjenales, los Desastres, el Desgobierno, el Desmadre, las Marañas, las Vorágines, los Líos, los Fárragos y las Complicaciones.

Más allá de que no se pusieron de acuerdo en dónde reunirse, ni a qué hora, ni quién era el organizador, ni quién hablaba primero, ni cuál era el orden del día, ni siquiera en la temática de la reunión, todos la pasaron muy bien: estaba en su naturaleza.

1 comentario:

Siiderius dijo...

El mundo está enfermo de orden, sufre un exceso de métrica. El hombre, por tanto, se estanca en la monotonía, y acaba moviéndose por inercia. El sopor nos embarga, y caminamos adormecidos hacia el abismo. Inconscientes.

Pero pronto todo eso llegará a su límite. Crujen los bosques y se resquebrajan las montañas. Los océanos rugen, y las ciudades duermen borrachas de mentiras. Se avecina un tiempo oscuro, un tiempo incierto en el que nadie será capaz de distinguir el Bien del Mal. No habrá normas, ni leyes. Todo va a estallar y, aunque no nos guste, todo va a cambiar. La Historia es cambio y movimiento, y no se puede pretender una masa humana inmóvil y enmudecida, no.



Yo soy criatura del Caos. El desorden, el sinsentido, son mis aliados. Yo soy esa oscura incertidumbre que repta por las paredes de tu mente. Esa voz que te dice: "Ha llegado el momento. Sal a la calle y acaba con todo esto."

Créeme. El verdadero Caos es el orden. El verdadero orden es el Caos.


Créeme. Puede que mañana todo siga igual. Puede que el año que viene también, eso sólo tú lo decides. Pero llegará un momento en que fallará un engranaje. Una pieza del rompecabezas no encajará. Algo minúsculo desencadenará la más hermosa catástrofe.