
No había mucho de diferente: el mismo sol, la misma atmósfera, el mismo paisaje, los mismos aromas, el mismo clima, las mismas aves con su mismo canto…
Lo único diferente, era que, por inexplicables cosas del Destino, estabas tú.
Una pequeña dosis de mí…así…pequeñita…para evitar que me intoxique con todas mis estupideces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario