Una pequeña dosis de mí…así…pequeñita…para evitar que me intoxique con todas mis estupideces.
domingo, 9 de octubre de 2011
El mejor de los atardeceres
No había mucho de diferente: el mismo sol, la misma atmósfera, el mismo paisaje, los mismos aromas, el mismo clima, las mismas aves con su mismo canto…
Lo único diferente, era que, por inexplicables cosas del Destino, estabas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario