viernes, 15 de enero de 2010

La vaca que observaba


Nunca nadie en aquella aldea supo qué era lo que la vaca observaba. Siempre, entre bocado y bocado de pasto, ella miraba hacia el sur, en donde en realidad no había nada digno de observarse. Había algunas colinas y pastizales, pero nada extraordinario.

Sin embargo, cuando el sol asomaba por la mañana, la vaca salía del establo y donde decidiera ella pastar, siempre miraba hacia el sur. Cuando el sol se ponía, la gente veía cómo el animal seguía con su mirada fija hacia ninguna parte.

El tema se volvió de discusión general entre los vecinos. Algunos incluso llegaron a apasionarse externando todo tipo de teorías acerca del curioso comportamiento de Anastasia, la vaca.

Un día la vaca murió de vieja. Los aldeanos nunca pudieron descifrar el misterio de aquel extraño animal que nunca dejó de mirar hacia el sur.

2 comentarios:

Joice Worm dijo...

Aunque no tenga el tiempo que quería y en medio a mis tareas (que tu lo sabes), echaba de menos de los escritos de mi escritor preferido.
Me he comportado como una vaca a mirar hacía el sur, pero pienso que he visto algo de extraordinário que por no ser vaca efectivamente, empenzé a caminar.
Sabia que encontraría aquí una historia que me alegraría. Pena que la vaca ha muerto... pero en su existencia ha dejado al menos en que pensar.
Muac! R. Voy trabajar con las letras.

Legendario dijo...

Saludos, Joice: siempre eres bienvenida a este blog.