Se dio cuenta de que los lentes oscuros favorecían mucho su
imagen.
Intentó el fleco sobre la frente: se veía aún mejor.
Después probó dejándose la barba. Definitivamente le quedaba bien.
Usó el cuello de tortuga y se veía espléndido.
Una bufanda que le tapaba la boca y la nariz lo hacía ver sexy.
Finalmente decidió apagar la luz: notó que en la oscuridad absoluta era como mejor se veía.

Intentó el fleco sobre la frente: se veía aún mejor.
Después probó dejándose la barba. Definitivamente le quedaba bien.
Usó el cuello de tortuga y se veía espléndido.
Una bufanda que le tapaba la boca y la nariz lo hacía ver sexy.

Finalmente decidió apagar la luz: notó que en la oscuridad absoluta era como mejor se veía.
3 comentarios:
Con buena voluntad y por conocer en la perfección su fisionomia con toda la certeza se acostará cómo se fuera Apolo... o Narciso.
Saludos, Joice:
En la oscuridad todos somos hermosos.
Un abrazo.
Como se suele decir... "por la noche, todos los gatos son pardos". Yo creo que todos somos hermosos, de alguna manera, también a plena luz del día, legendario.
Me paso a veces a leer tus historietas llenas de imaginación. Un gusto.
Publicar un comentario