lunes, 18 de agosto de 2008

Espejito, espejito...

Se dio cuenta de que los lentes oscuros favorecían mucho su imagen.

Intentó el fleco sobre la frente: se veía aún mejor.

Después probó dejándose la barba. Definitivamente le quedaba bien.

Usó el cuello de tortuga y se veía espléndido.

Una bufanda que le tapaba la boca y la nariz lo hacía ver sexy.

Finalmente decidió apagar la luz: notó que en la oscuridad absoluta era como mejor se veía.

3 comentarios:

Joice Worm dijo...

Con buena voluntad y por conocer en la perfección su fisionomia con toda la certeza se acostará cómo se fuera Apolo... o Narciso.

Legendario dijo...

Saludos, Joice:

En la oscuridad todos somos hermosos.

Un abrazo.

la chica maravilla dijo...

Como se suele decir... "por la noche, todos los gatos son pardos". Yo creo que todos somos hermosos, de alguna manera, también a plena luz del día, legendario.
Me paso a veces a leer tus historietas llenas de imaginación. Un gusto.