
Aburrido de crear cuentos fantásticos fastidiosos y sin encanto por la deserción de su musa, el antes exitoso escritor de cuentos decidió retirarse de la literatura.
Como de algo tenía que vivir, se preguntó cuál era su vocación y para qué servía.
Se dio cuenta de que su especialidad era escribir cuentos fantásticos para enajenar a sus lectores. Fue entonces cuando decidió postularse para diputado.
Como de algo tenía que vivir, se preguntó cuál era su vocación y para qué servía.
Se dio cuenta de que su especialidad era escribir cuentos fantásticos para enajenar a sus lectores. Fue entonces cuando decidió postularse para diputado.
2 comentarios:
Bueno... Que sea esta la nueva fase. Me quedaré al lado del diputado, pero con esperanza que el escritor haga rascunhos porque los duendes fantásticos no lo van perdonar!
Ya veremos qué clase de diputado resulta el escritor, pues hay políticos muy folklóricos.
Un abrazo, Joice.
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