martes, 5 de agosto de 2008

El diputado en campaña

Desde su campaña electoral, el entonces candidato a diputado que alguna vez había sido escritor de cuentos (y que dejo de serlo por la deserción inesperada de su musa), empezó –como cualquier otro político- a marear a sus seguidores con soluciones mágicas a los problemas reales.

Prometía que vendría Peter Pan a combatir la pobreza, que Aladino llegaría con el genio de la lámpara a pavimentar las calles de la ciudad, que el lobo de la Caperucita Roja pronto estaría en el zoológico local para felicidad de los niños, que llenaría la región de hadas madrinas para todos los ciudadanos, que nombraría a una musa como Ministro de Educación, que los duendes se encargarían de recoger la basura de las ciudades, que Batman garantizaría personalmente la seguridad de los habitantes, y que cientos de ninfas sonrientes atenderían las ventanillas de los servicios públicos.

Desde luego, el candidato fue votado con abrumadora mayoría, puesto que la población de esa región era más increíble que los mismos seres fantásticos.

2 comentarios:

Joice Worm dijo...

Clap, clap, clap!
Mucho Más que fantástico ese diputado de la ciudad de lalocuradecadía.
Clap, clap, clap (de pie!)

Legendario dijo...

Saludos, Joice: ya tengo una nueva forma de vida.