lunes, 28 de julio de 2008

Fichas


Desde que fue fabricada, estuvo inconforme con su destino. Quiso sin embargo afrontarlo para ver si podía cambiarlo.

Cuando la colocaron en aquella caja de madera que le parecía un ataúd, conoció a sus quince compañeras blancas, y también vio de frente a sus enemigas negras.

Intentó convencer a sus compañeras de jugar a las damas sin violencia, es decir, sin comerse a las rivales. Una enorme carcajada colectiva se dejó sentir en el estante de la juguetería.

Como no encontró eco a su vocación pacifista, se vistió de negro para convencer a sus rivales de evitar el canibalismo entre las de su especie. También se rieron de ella.

Finalmente encontró la solución a su problema: permaneció disfrazada de negro, y así el niño que compró la caja de damas la devolvió a la juguetería nada más abrirla, por tener diecisiete fichas negras y solamente quince blancas.

Hoy toda la caja de damas, con el tablero incluido, yace empolvada en un estante abandonado al fondo de la juguetería.

Finalmente, la ficha pacifista logró concluir su existencia con la conciencia completamente tranquila.

2 comentarios:

Dharma dijo...

Una vez me dijiste que cuando me sintiera un poco mal, viniera a leer tu blog y me iba a sentir mejor. Ha sido así.
Besos

Legendario dijo...

Un abrazo, Dharma, y bienvenida.