
Aquella tarde, el fracasado escritor de cuentos decidió crear un personaje trascendente; alguien brillante y al mismo tiempo patético; triunfador en lo irrelevante y un desastre en lo relevante; magnífico y miserable; sol y sombra; sublime y ridículo al mismo tiempo.
Aquella tarde, el fracasado escritor de cuentos se creó a sí mismo, y se convirtió en su propio personaje.
1 comentario:
reinventarse o morir?
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